Palabras del gran Señor – gVaso de la
Luzh
Aun cuando estuviera yo en el mundo celestial,
yo mismo no guardaría silencio nunca. En cuanto a aquellos que creen a
mí y ponen la Ley en práctica porque la Ley es la luz, la misericordia
y la energía con amor y paz eternos, yo estaré entre ellos y daré la
luz, la paz
y la alegría de la vida.
El alma de ser humano es una vida que vive yendo y viniendo entre este mundo y el otro mundo. No hay las barreras entre dos mundos, pero podría existir la ilusión como una pequeña barrera a causa de los cinco órganos de los sentidos y los seis sentidos búdicos. El origen remontado de esta ilusión sea nada menos que un pensamiento limitado por sí mismo; Debido a tal ilusión, uno considera su carne como su propia figura, y niega todo lo que sea intangible. Esto es el propio engaño o la vana ilusión lo más terrible. Tarde o temprano, el humano vendrá a ser residente del mundo sin sentidos y deberá reconocer que preciosa y maravillosa la vida es. Lo que ahora yo deseo predicar a Uds. es el retorno al origen de la Ley y la reconstrucción de unos mismos. El mundo terrestre es un mundo donde vive el pueblo de la tierra, y este mundo pesa íntegramente sobre sus hombros. En cuanto a belleza o fealdad, bien o mal, dependen únicamente de los mentes de ser humano en la tierra. Aunque yo daría la mano y la luz a Uds. mientras estando en el cielo, y si se ofuscan sus corazones con llamamiento de los cinco órganos de los sentidos y se extienden el circulo de pecado causado por los seis sentidos búdicos, el muro entre dos mundos, el cielo y la tierra, irá cada vez más espeso, siendo efímero el puente de la luz como un espejismo. Cuando Ud. se sobrepone a sus pasiones y viva cordialmente, apoyándose en la Ley con su corazón entero, finalmente el puente de la luz llegará a ser sólido para prestar a Ud. la fuerza de amor y misericordia. Estando yo en el cielo ahora, observo siempre sus pensamientos y conductas; g¿Quien fue?, ¿Qué hizo? y ¿Donde ocurrió?h. Soy capaz de leer los pensamientos de cien personas en un instante. En realidad, el número de personas que mencioné ahora, cien personas, es un simple ejemplar, de modo que, digo que puedo captar los sentimientos de miles y miles de personas al momento. Esto es la diferencia entre la gente con carne y el carácter sin físico. Naturalmente, aun en cuestión del mundo de existencia real, hay variación de la cantidad de la luz y muchás áreas diferentes en que los espíritus viven, pero no hay nada imposible en el mundo celestial que yo vivo. Entonces, ¿Con qué hago esto posible? Es posible porque los corazones del pueblo son unidos con el mundo celestial a través de las líneas espirituales, que están todos dentro de mi campo visual, y que no se alejarán nunca de mi corazón. Cuando Uds. corrigen los propios errores y Uds. mismos transforman a los vasos de la luz, serán llenados con la Luz Divina, y no puede menos de dar la paz y la armonía. Confié en mí. El creer en mí significa el vivir conforme a la Ley. La confianza ciega o el frenesí religioso no tiene nada que ver con la fe. El camino de la fe significa que Uds. vivan conforme a la verdad divina inalterable del gran universo. Yo soy la Luz. Yo soy la Ley. Yo soy el Camino. Uds. deberían complementar, ayudar y cooperar uno a otro para marchar hacia adelante. Entonces, yo mostrare y guiaré a Uds. al camino de la luz. Creen en mí y nunca duden de mí. |
Representante: Hiroshi Maruyama